Tras un sábado algo improductivo la única manera de quitarse la espinita era teniendo un domingo movido y así ha sido.
La mañana no empezaba excesivamente bien porque habíamos quedado a las 12h en Hachikô (Shibuya) pero el tren que suele llevarnos hasta allí ha anunciado (en perfecto japonés) que seguía otra ruta, así que no nos hemos enterado. Por suerte teníamos nuestras sospechas (casi todo el mundo ha bajado del vagón en cuanto se ha escuchado el mensaje), así que en la siguiente parada hemos cambiado de línea (tras unos minutos analizando los mapas) y a eso de las 12:30 hemos llegado a nuestro destino.
La mañana no empezaba excesivamente bien porque habíamos quedado a las 12h en Hachikô (Shibuya) pero el tren que suele llevarnos hasta allí ha anunciado (en perfecto japonés) que seguía otra ruta, así que no nos hemos enterado. Por suerte teníamos nuestras sospechas (casi todo el mundo ha bajado del vagón en cuanto se ha escuchado el mensaje), así que en la siguiente parada hemos cambiado de línea (tras unos minutos analizando los mapas) y a eso de las 12:30 hemos llegado a nuestro destino.
Asakusa es uno de los destinos turísticos que figura en todas las guías de Japón así que lo raro es que no esté concurrido. A su favor tiene que está muy cerca del centro por lo que en 25 minutos aproximadamente puedes plantarte allí mismo. Hoy había mucho extranjero por la zona pero también gran cantidad de familias niponas.
Una de las primeras cosas que pueden verse al salir de la estación de metro de Asakusa es el edificio que tenéis a continuación. Es propiedad de Asahi, una de las empresas cerveceras más importantes en Japón, y recibe el nombre de Llama dorada, entre otros.
A continuación podéis ver una foto tomada en vertical en la que aparece también el Tokyo Sky Tree, el segundo edificio más alto del mundo, solo por detrás del Burj Khalifa de Dubái.
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