Si habéis visto alguna vez un documental algo informal sobre Japón ya estaréis al tanto de que los aseos por aquí son algo...especiales. De entre todos los que he visto por el momento he escogido dos de los tipos más representativos, y dentro de uno de ellos os mostraré dos modelos distintos que hacen que la experiencia sea diferente. Allá vamos.
Empezamos por el más austero, el tradicional japonés también conocido como baño asiático (muy popular en países como Corea, China o la India). La foto está tomada en mi residencia.
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Como podéis ver, no es más que un orinal sobre el suelo. La sensación al utilizarlo es muy rara, acostumbrado a posar el trasero en el retrete, en este simplemente tienes que ponerte de cuclillas mientras haces tus necesidades. Más allá de la primera (mala) impresión que da al verlo, analizándolo fríamente parece más higiénico que el occidental. Muchas veces el problema que tenemos cuando vamos a un bar es que la tapa está sucia y no podemos sentarnos, en este caso, ese problema no existe.
No abandonamos mi residencia para echar un vistazo al segundo tipo de inodoros típicamente japoneses. Si el otro era el tradicional este podría considerarse el retrete del futuro. Os pongo foto.
Parece un váter al uso pero...¡un momento! Está conectado a la electricidad y tiene un brazo con botones en el lado derecho. Observémoslo más de cerca.
Os comento porque tiene tela el asunto: la taza tiene calefacción, lo que significa que cuando te sientas está caliente (para aquellos que sean de pompis sudoroso). Además, puedes regular la temperatura. En cuanto apoyas el trasero el aparato se pone en marcha e incluso tiene un botón para que se escuche más fuerte (de esa forma cubrimos el sonido que haríamos orinando o defecando, no vaya a ser que nos escuchen -¡qué bochorno!-).
Cuando acabas tus necesidades tienes tres opciones: un chorro de agua directo a las posaderas para eliminar los restos, uno todavía más potente que el anterior y la última alternativa, dirigida a mujeres, ya que el líquido elemento te riega el culo y más allá (lo sé porque lo he probado para poder hablaros de ello -muy agradable la experiencia, por cierto-).
Cuando acabas tus necesidades tienes tres opciones: un chorro de agua directo a las posaderas para eliminar los restos, uno todavía más potente que el anterior y la última alternativa, dirigida a mujeres, ya que el líquido elemento te riega el culo y más allá (lo sé porque lo he probado para poder hablaros de ello -muy agradable la experiencia, por cierto-).
Con el trasero chorreando, tienes que utilizar el papel para secarte y no para limpiarte, como viene siendo habitual.
Sin embargo, ahora llega la joya de la corona. Es el mismo tipo de inodoro que el que os acabo de presentar salvo por un detalle. Os pongo las dos fotos de rigor y os comento la característica que marca la diferencia respecto al anterior modelo. Por cierto, este se encuentra en mi universidad.
El brazo de este es mucho menos confuso que el anterior, con menos botones, una ruedecita para regular la temperatura del agua y poco más. Aparte de lo que incluye el anterior este cuenta con, antención, un chorro de aire dirigido al trasero para que tampoco haga falta secarse con el papel. Es, por decirlo de alguna manera, la experiencia total en lo que a inodoros se refiere. Ni que decir tiene que este último es mi favorito.
Sé de buena tinta que hay por ahí más tipos de retretes fascinantes esperando a que pose (o no) mi culo en ellos (se dice que los hay con hilo musical para ocultar el ruido e incluso perfumados) así que en cuanto los encuentre, os lo haré saber. ¡Gracias por leerme!
jajajaja esto es maravilloso, Carlos. Gracias por hacerme saber que en realidad existen, a ver si, con suerte, dentro de unos años llegan aquí también.
ResponderEliminarsin comentarios.
ResponderEliminarjajajajja, tengo que decir que me encanta tu investigación.
ResponderEliminarYo tengo en mi cuarto uno de los que tienen un grifo encima de la cisterna, el cual se activa cuando tiras de la cadena para, según me han explicado, lavarte las manos inmediatamente después del "acontecimiento" y llenar al mismo tiempo y con el mismo agua la cisterna. Todo muy bien pensado, pero tiene sus desventajas, por ejemplo no puedes dejar encima la revistilla de rigor o el rollo extra.
En cuanto al bater con hilo musical, tengo que decir que yo si lo encontré, y me parece mucho peor en cuanto a encubrimiento se refiere el escuchar la cuarta sinfonía de Mozart en el bater contiguo....XD
Un saludo!
Pon un chorro de agua en tu vida :D
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