martes, 9 de octubre de 2012

Festival de agradecimiento por la cosecha (I)

El domingo pasado tuvimos una excursión muy especial. Viajamos a Saitama para no solo presenciar el festival (matsuri, en japonés) de agradecimiento por la cosecha sino también para aprender cómo se recoge, desgrana y muele el arroz para crear, entre otros, el mochi, un postre tradicional japonés de textura chiclosa.

Esta es la entrada al santuario en el que se iba a desarrollar gran parte de la jornada. La gente de verde era parte del equipo organizador. Al fondo, de blanco y lila, puede verse al monje.


Como hice tantas fotos y hay mucho por contar, voy a dividir la entrada en dos partes. Hoy publicaré la primera y mañana haré lo propio con la segunda. Sin más dilación, empezamos.

Haced click en "Más información" para continuar leyendo.

Ahora podéis ver la entrada fotografiada desde dentro, con dos torii o arcos.


Aquí una toma más cercana del santuario principal.


Unos minutos después de entrar, el monje nos recibió (en completo japonés) y nos explicó qué íbamos a hacer. En la foto aparecen también tres chicas de la organización sosteniendo una pintura que posteriormente sería ofrecida al santuario, con los deseos de los niños que estaban por allí (aparte de los estudiantes del programa de intercambio también acudieron muchas familias).


Podéis ver la pintura en detalle a continuación.


Después de la introducción pasamos a una carpa en la que los estudiantes junto a los niños aprendimos a desgranar el cereal. Por supuesto, zapatos fuera. Parece que este peque necesita ayuda. En la siguiente, los nenes esperando instrucciones.



Tras hacer unas fotos nos sentamos donde pudimos y recibimos nuestro propio bol con los tallos de cereal, unos palillos que nos sirvieron para separar los granos, y una suerte de pelota de béisbol que utilizamos para eliminar las capas que recubren el arroz.


Un vez hecho esto, los pasamos todo por una criba para separar el grano de las impurezas y el arroz resultante los metimos en una botella en la que, con la ayuda de un palo alargado, intentamos macharlo en la medida de lo posible.



Con este arroz molido se hace, posteriormente, la masa del mochi, sin embargo, para agilizar el proceso, continuamos con una ya elaborada. Esta masa de arroz debe ser golpeada pero no con los puños sino con unas mazas de madera. Había de varios tamaños, incluyendo unas en miniatura para que los niños pudieran probar. Iban golpeando de dos en dos, primero uno y luego el otro sucesivamente.


Tras varios minutos dándole a la masa ya está lista para hacer los mochi. Los había de dos tipos, con anko, o lo que es lo mismo, judía roja triturada (está dulce y personalmente me encanta; muchos no lo saben pero los pastelitos que comía Doraemon estaban rellenos de esto y no de chocolate) y recubiertos de sésamo. En la siguiente foto podemos ver cómo trozean la masa y le añaden el anko.


Y a eso de las 12 y poco llegó la hora de comer. Nos sirvieron un bento (un tema del que ya os hablaré otro día), una de esas bandejitas tan típicamente japonesas en las que hay un poco de todo. Nos costó 600 yenes, unos 6 euros al cambio. No está nada mal teniendo en cuenta que estaba muy rico (aunque no lo parezca) y que además de la botellita de té verde que se ve en la foto, también nos dieron agua y mochi para parar un tren (los terrosos son los de sésamo y el que parece una boñiga o similar es el de anko).


Al acabar de comer me sobraba un ratito así que me acerqué al santuario a sacar otro par de fotos.






Y antes de pasar a la recogida del cereal, nos mostraron qué puede hacerse con los tallos. Otra vez, y para agilizar la visita, nos dieron a todos una especie de trenza ya hecha para decorarla a nuestro gusto. Os dejo con las fotos del momento en el que mostraron varios objetos fabricados de esta manera y el que me hice yo y que ahora mismo cuelga de mi armario.



Y eso es todo por hoy. Si os ha gustado no os perdáis la segunda parte porque hay fotos y vídeos muy interesantes. ¡Hasta mañana!

3 comentarios:

  1. Carlos, me ha gustado mucho la pintura de los niños en el arrozal, mañana seguiré viendo, besos y bona nit.

    ResponderEliminar
  2. Muy chulo tío. Me has recordado lo del anko y me iré a comprar unos pastelitos donde el comercio chino en Nuredduna.

    PD: lo que se utiliza como criba del arroz es el tamiz.

    salutens!

    ResponderEliminar
  3. @CGF: creo que la criba es parecida al tamiz. No es el verbo "cribar" sino el instrumento que se utiliza para limpiar el grano.

    PD: en unas horillas actualizo con la segunda parte ^^

    ResponderEliminar